Una de las preguntas habituales en la consulta suele ser sobre el
uso de caminadores infantiles, esos artilugios que "carga el diablo" en
los que se mete a un niño y este corretea cual peonza por toda la casa.
Ya hace casi 10 años que se publicó un artículo en BMJ en el que quedaba claro que su uso no favorecía el desarrollo
psicomotor de los niños ni aportaba ningún beneficio salvo el hecho de
aumentar el riesgo de padecer un accidente grave.
Es
más, en el mencionado artículo se demostraba que los niños que utilizan
estos cacharros (realmente son grandes y aparatosos) tardan más en
caminar solos que los que no lo hacen.
En
el año 2009 la CE emitió una norma de seguridad sobre caminadores ante
el elevado riesgo de accidente grave que suponían para los niños, pero
se siguió permitiendo su comercialización, mientras que otros países
como Canadá prohibieron ya su venta y fabricación.
Entonces,
ante estos datos..., ¿porqué todavía se siguen comprando? Pues porque
hay un mercado muy grande de consumidores de "trastos" para niños que la
industria "trastera" se esfuerza mucho por explotar, y hemos de ser los
padres quienes, con la información correcta, podamos decidir cuales son
útiles para nuestros hij@s y cuales no.
Para saber un poco más:
Otro dia hablamos de correpasillos...
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