lunes, 25 de agosto de 2014

Vuelta al cole!

El nuevo curso se acerca, y con él un nuevo calendario de vacunaciones escolares que este año asumimos por completo desde Atención Primaria en la ciudad de Barcelona.

A raíz de este nuevo calendario y el hecho de asumir las vacunaciones en las escuelas el trabajo de enfermería se multiplica exponencialmente en unas fechas puntuales,
teniendo que revisar y actualizar cientos de registros vacunales y administrar las dosis que corresponden.

Para poder planificar toda esta tarea el pasado mes de junio pude asistir a una reunión entre el consorcio de educación de la ciudad, la agencia de salud del ayuntamiento (hasta ahora eran los que hacían esta tarea), y los diferentes proveedores de servicios de atención primaria que hay en Barcelona y ahí es donde quería centrarme...

Resulta que yo fui allí junto a dos compañeras más representando al Institut Català de la Salut, y nos encontramos con representantes de diversas entidades. Se trataba de debatir el calendario, las fechas de aplicación, visitas a las escuelas, documentación necesaria... y cuando empezamos a hablar sobre los registros vacunales es cuando yo (y realmente espero que alguien más de los que habíamos en la sala) empecé a alucinar.

Desde el ICS pedíamos que cuando tuviéramos el carnet de vacunas de los niños delante actualizáramos el registro en la historia clínica, no todos los niños se vacunan en centros con acceso a historia clínica digitalizada, y la gran mayoría de centros privados (por no decir todos...) no comparte ningún tipo de información en la Historia Clínica Compartida de Catalunya (HC3). Pues resulta que para gran parte de los asistentes, eso de apuntar los datos en el ordenador era un trabajo que no tenían intención de hacer, con el sello en el carnet era suficiente.

¿Dónde queda la calidad? ¿La seguridad de los pacientes? ¿Y si ese niño tiene un accidente y va a parar a cualquier centro de salud de la red pública? Su historia vacunal estará incompleta y , de acuerdo que por vacunar 2,3,4,5..... veces del tétanos no va a pasarle nada grave, ¿pero es necesario en el siglo XXI?

Nuestro trabajo debería ser velar por la Seguridad del Paciente y la calidad de la atención que recibe, y para ello hay que seguir unos procesos que la garanticen, y poner un sello en un papel que se lleva el niño a su casa dudo que sea ninguna de esas cosas.

Todos estaremos de acuerdo en que el problema viene de más atrás, que los datos los debería introducir aquel que los genera, que debería haber un registro unificado para todos los profesionales sanitarios, pero mientras este no existe, lo que no podemos hacer es escurrir el bulto y “como a mi no me toca”, no registrar los datos que tenemos ante nuestros ojos y afectan a la atención que el paciente pueda recibir en un futuro.

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